Por Carol Glatz, Catholic News Service CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- No tengan miedo de enfrentar a sus pensamientos, sentimientos y problemas más íntimos para que su corazón pueda llenarse de Dios y de su compasión, dijo el Papa León XIV al dirigirse a un grupo de seminaristas.
Recuerden también escuchar las "voces" de la naturaleza, la música, la poesía, las humanidades y los gritos de los pobres, los oprimidos y las personas que buscan el sentido de la vida, les dijo.
Aprendan a "practicar el estilo de acogida y cercanía, de servicio generoso y desinteresado, dejando que el Espíritu Santo ‘unja’ su humanidad incluso antes de la ordenación", dijo el Papa en una reflexión el 24 de junio.
El Papa León dirigió una mediación con cientos de seminaristas y personas implicadas en la formación sacerdotal de todo el mundo en la Basílica de San Pedro como parte del Jubileo de los Seminaristas.
Cuando el Papa llegó y comenzó a caminar por el pasillo central, los hombres le aclamaron con entusiasmo, terminando con un canto de palmas de "Papa Leone" o "Papa León" en italiano.
El Santo Padre les agradeció su alegría y entusiasmo, "porque con su energía alimentan la llama de la esperanza en la vida de la Iglesia".
Hablando en italiano, el Papa León puntualizó algunos puntos clave repitiéndolos en español, como el agradecimiento por haber aceptado la llamada de Dios a seguir el sacerdocio y animándoles al decir "¡Hay que ser valientes y no tengan miedo!".
Su camino consiste en decir "sí" con "humildad y valentía" a la invitación de Cristo a ser "mansos y fuertes" en el anuncio del Evangelio y a convertirse en "servidores de una Iglesia abierta y de una Iglesia en salida misionera".
"Jesús, lo saben, los llama ante todo a una experiencia de amistad con Él y con los compañeros de cordada" y a profundizar en esta experiencia en todos los aspectos de la vida, dijo.
"De hecho, no hay nada en ustedes que deba ser descartado, sino que todo debe ser asumido y transfigurado en la lógica del grano de trigo, con el fin de convertirse en personas y sacerdotes felices, ‘puentes’ y no obstáculos para el encuentro con Cristo para todos aquellos que se acercan a ustedes", dijo el Papa. "Sí, Él debe crecer y nosotros disminuir, para que podamos ser pastores según su Corazón".
El Papa León dedicó gran parte de su reflexión a la importancia de cuidar el propio corazón -- el funcionamiento interno, los pensamientos y sentimientos que uno guarda dentro -- porque es "donde Dios hace oír su voz y desde donde parten las decisiones más profundas".
"Como Cristo amó con corazón de hombre ¡ustedes están llamados a amar con el Corazón de Cristo!", dijo.
El corazón debe convertirse continuamente para que todo el ser "huela a Evangelio", dijo.
Explorar en lo más profundo del corazón, donde Dios siempre ha dejado su huella, a veces puede causar miedo, dijo, "porque en él también hay heridas".
"No tengan miedo de cuidarlas (esas heridas), déjense ayudar, porque precisamente de esas heridas nacerá la capacidad de estar junto a los que sufren", dijo.
"Si aprenden a conocer su corazón, serán cada vez más auténticos y no necesitarán ponerse máscaras", afirmó.
La mejor manera de entrar en el interior de uno mismo es a través de la oración, dijo, algo cada vez más difícil en una época tan "hiperconectada", en la que es difícil encontrar "el silencio y la soledad".
"Sin el encuentro con Él, ni siquiera podemos conocernos verdaderamente a nosotros mismos", afirmó.
El Papa León invitó a los seminaristas a "invocar con frecuencia al Espíritu Santo, para que forme en ustedes un corazón dócil, capaz de captar la presencia de Dios, también escuchando las voces de la naturaleza y del arte, de la poesía, de la literatura y de la música, así como de las ciencias humanas".
Mientras profundizan en sus estudios teológicos, "sepan también escuchar con mente y corazón abiertos las voces de la cultura, como los recientes desafíos de la inteligencia artificial y los de las redes sociales", les dijo.
"Sobre todo, como hacía Jesús, sepan escuchar el grito, a menudo silencioso, de los pequeños, de los pobres y de los oprimidos y de tantos, sobre todo jóvenes, que buscan un sentido a su vida", añadió.
"Tengan un corazón manso y humilde como el de Jesús", dijo. Que "puedan asumir los sentimientos de Cristo, para progresar en la madurez humana, sobre todo afectiva y relacional".
Es importante y necesario "apostar mucho por la madurez humana, rechazando todo disfraz e hipocresía", dijo.
"Con la mirada puesta en Jesús, hay que aprender a dar nombre y voz también a la tristeza, al miedo, a la angustia, a la indignación, llevando todo a la relación con Dios", dijo. "Las crisis, los límites, las fragilidades no deben ocultarse, sino que son ocasiones de gracia y de experiencia pascual".
"En un mundo en el que a menudo hay ingratitud y sed de poder, en el que a veces parece prevalecer la lógica del descarte, ustedes están llamados a dar testimonio de la gratitud y la gratuidad de Cristo, del júbilo y la alegría, de la ternura y la misericordia de su Corazón", dijo el Papa León.