Before Dawn: Mass for the Farmworkers

By Teresita Kontos, Pastoral Campesina Coordinator

Faith, gratitude, and the hard work of the agricultural community were united once again on the border's edge. At the heart of Yuma County's winter harvest season, the city of San Luis, Arizona, was the setting for the Annual Mass was chosen in honor of farmworkers, celebrated on Thursday, December 4th, at 3:00 a.m. The unusually early time for the Mass was chosen to pay tribute to the arduous and sacrificial labor of agricultural workers, many of whom wait for their buses starting at midnight to be transported to the fields of the region.
The celebration gathered a large number of these farmworker brothers and sisters, accompanied by other community members who joined in a gesture of solidarity. The Mass was presided over by Father Manuel Fragoso Carranza and concelebrated by priests and deacons from the Yuma Vicariate, whose presence reinforced the spirit of unity, gratitude, and faith that permeated the entire celebration. 
In this same spirit of gratitude, attendees were able to view the exhibition "Manos que Siembran, Sueños que crecen” The display, which features 160 drawings created by children from the Migrant Program of the Gadsden Elementary School District #32, constitutes a vibrant and moving tribute to their parents' daily efforts, inspiring awareness and solidarity around the dignity of agricultural labor and the hope carried by the new generations.

The homily, offered by Father Fragoso, focused on the deep connection between faith and the field, inspired by the readings from Genesis 1, 11–12 and the Gospel of Mark 4, 26–29. Drawing an evocative analogy, Father Manuel connected the divine mandate for the earth to bear fruit with the mystery of the seed that grows in secret. He emphasized that the growth of the Kingdom of God is as vital as that of the crops, serving as a direct call to action and community life.
Father Fragoso praised the hard work of the farmworkers—their constant effort, sleepless hours, and dedication "for months"—recognizing their work not only as a sustenance for humanity but as an authentic manifestation of the Christian vocation. He recalled that work is a gift from God and that our gratitude must be expressed in building a community based on respect and justice for those who ensure food reaches our tables. 
The day culminated in an atmosphere of fraternity, thanks to the breakfast burritos and seasonal hot beverages offered to the workers by the Movimiento Familiar Cristiano immediately after the Mass. All this was made possible by the generous collaboration of the Pastoral Campesina Ministry, the members of the various parishes that make up the Yuma community, agricultural producers, community organizations, and friends and collaborators such as Sister Gladys Echenique (Director of the Hispanic Ministry Office of the Diocese of Tucson) and the Consul of Mexico in Yuma, Dulce María Valle Álvarez. With their selfless support, this event continues to honor farmworkers and reaffirms the Church's perennial call to recognize the dignity of those who work in the fields, echoing the words of Pope Leo XIV who reminded us that: “The poorest are not mere objects of compassion, but teachers of the Gospel. It is not a matter of “bringing” God to them, but of encountering him among them.”
— Apostolic Exhortation Dilexi te [79]

---

Antes del Alba: Misa por los Trabajadores del Campo

La fe, la gratitud y el arduo trabajo de la comunidad agrícola se unieron una vez más a orillas de la frontera. En el corazón de la temporada de la cosecha de invierno del Condado de Yuma, la ciudad de San Luis, Arizona, fue escenario de la emotiva Misa anual en honor a los campesinos celebrada el jueves 4 de diciembre a las 3:00 a.m., la eleccion de esta hora, poco habitual, buscó rendir tributo a la ardua y sacrificada labor de los trabajadores agrícolas, que esperan sus camiones desde la medianoche para trasladarse a los campos de la región.

La celebración reunió a un gran número de nuestros hermanos y hermanas campesinos acompañados también por miembros de la comunidad que se sumaron en un gesto de solidaridad. La celebración fue presidida por el Padre Manuel Fragoso Carranza, y concelebrada por sacerdotes y diáconos del Vicariato de Yuma, quienes con su presencia reforzaron el espíritu de unidad, gratitud y fe que permeó toda la celebración. En este mismo espíritu de gratitud, los asistentes pudieron apreciar la exposición "Manos que Siembran, Sueños que Crecen". La muestra, que reúne 160 dibujos creados por niños del Programa Migrante del Distrito Escolar Primario Gadsden #32, constituye un vibrante y conmovedor homenaje al esfuerzo diario de sus padres, inspirando conciencia y solidaridad en torno a la dignidad del trabajo agrícola y la esperanza que portan las nuevas generaciones.
La homilía, ofrecida por el Padre Fragoso, se centró en la conexión profunda entre la fe y el campo, inspirada en las lecturas del Génesis 1:11-12 y el Evangelio de Marcos 4:26-29. Al trazar una evocadora analogía, el Padre Manuel conectó el mandato divino de que la tierra dé fruto con el misterio de la semilla que crece en secreto. Subrayó que el crecimiento del Reino de Dios es tan vital como el de los cultivos, sirviendo como un llamado directo a la acción y a la vida en comunidad.

El Padre Fragoso enalteció la extenuante labor de los campesinos y campesinas—su esfuerzo constante, las horas sin descanso y su dedicación "por meses"—, reconociendo su trabajo no solo como un sustento para la humanidad, sino como una auténtica manifestación de la vocación cristiana. Recordó que el trabajo es un don de Dios y que nuestro agradecimiento debe traducirse en la construcción de una comunidad basada en el respeto y la justicia para quienes garantizan que el alimento llegue a nuestra mesa.
La jornada culminó en un ambiente de hermandad, gracias a os burritos de desayuno y a las bebidas calientes de temporada ofrecidas a los trabajadores por el Movimiento Familiar Cristiano inmediatamente después de la Misa.




 Todo ello fue posible gracias a la generosa colaboración de la Pastoral Campesina,  los feligreses de las distintas parroquias que conforman la comunidad de Yuma, productores agrícolas, organizaciones comunitarias, y de referentes como la Hermana Gladys Echenique (directora del Ministerio Hispano de la Diócesis de Tucson) y la cónsul de México en Yuma, Dulce María Valle Álvarez.  Con su apoyo desinteresado, este evento continua honrando a los trabajadores del campo  y reafirma el llamado perenne de la Iglesia a reconocer la dignidad de quienes trabajan en el campo, haciéndose eco de las palabras del Papa León XIV, quien nos recordó que: Los más pobres no son meros objetos de compasión, sino maestros del Evangelio. No se trata de ‘llevarles a Dios’, sino de encontrarlo entre ellos.”
— Exportación Apostólica Dilexi te [79]