CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Saber que uno es amado por Dios y amar a Dios a cambio proporciona una base firme para construir relaciones sanas y comunidades saludables incluso en un mundo que parece oscuro y amenazador, dijo el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano.
“Ante la tentación del desánimo, la complejidad de la crisis actual y, en particular, el desafío de una paz que parece imposible, el Santo Padre exhorta a todos a convertirse en protagonistas responsables del cambio, colaborando activamente en la misión de la Iglesia para dar vida juntos a lugares donde la presencia de Cristo se pueda ver y tocar”, escribió el cardenal a los asistentes al Meeting de Rímini, un encuentro anual patrocinado por el movimiento Comunión y Liberación.
Escribiendo en nombre del Papa Francisco, el cardenal Parolin dijo que un compromiso conjunto para compartir el amor de Dios por cada persona “puede generar un mundo nuevo, donde lo que triunfe sea por fin el Amor que se nos ha manifestado en Cristo, y que el planeta entero se convierta en un templo de fraternidad”.
Se esperaba que cientos de miles de personas, en su mayoría jóvenes adultos, asistieran a las conferencias, talleres, discursos y conciertos ofrecidos en Rímini, Italia, del 20 al 25 de agosto.
El tema del encuentro de 2024 era: “Si no perseguimos lo esencial, entonces ¿qué perseguimos?”.
En su mensaje, publicado el 19 de agosto, el cardenal Parolin dijo que el Papa Francisco invita constantemente a los cristianos a centrarse en “aquello que da sentido a nuestra vida, despojándonos en primer lugar de lo que nos pesa en la vida cotidiana, poniendo el ejemplo de un escalador que, cuando tiene que enfrentarse a una pared rocosa, debe liberarse de lo superfluo para poder subir más rápido”.
Haciendo esto, dijo, las personas descubren que “el valor de la existencia humana no consiste en las cosas o resultados alcanzados, en la carrera de una competición, sino ante todo en esa relación amorosa que nos sostiene, enraizando nuestro camino en la confianza y la esperanza: es la amistad con Dios, que luego se refleja en todas las demás relaciones humanas que fundamentan la alegría que nunca se perderá”.
“Somos amados, ésta es la verdad esencial”, escribió el cardenal, haciéndose eco del mensaje que don Luigi Giussani, fundador de Comunión y Liberación, recalcaba a menudo a los universitarios con los que trabajaba.
“Volver a lo esencial que es Jesús no significa evadirse de la realidad sino, al contrario, es la condición para sumergirse verdaderamente en la historia, para afrontarla sin eludir los desafíos, para encontrar el coraje de arriesgar y amar incluso cuando parece que no vale la pena, para vivir en el mundo sin ningún miedo”, dijo.
El Papa Francisco, dijo el cardenal, aprecia el tema elegido “porque apuntar a lo esencial nos ayuda a tomar la vida en nuestras manos y hacer de ella un instrumento de amor, de misericordia y de compasión, convirtiéndola en signo de bendición para el prójimo”.