El congreso nacional envía a los católicos a encender un nuevo Pentecostés como misioneros eucarísticos
Por Peter Jesserer Smith, OSV News
INDIANÁPOLIS (OSV News) -- Cuando concluyeron los cinco días del Congreso Eucarístico Nacional con un último avivamiento y una hermosa Misa solemne en el Lucas Oil Stadium -- el obispo Andrew H. Cozzens de Crookston, Minnesota, presidente de la junta directiva del National Eucharistic Congress Inc., se puso de pie en el Lucas Oil Stadium.
"Tengo una pregunta para ustedes", dijo a la multitud. "Este es el 10º Congreso Eucarístico Nacional -- ¿creen que deberíamos hacer un 11º?".
Unos 60.000 asistentes del congreso -- representantes de 50 estados de EE.UU., 17 países y diversas Iglesias orientales y occidentales, y que hablaban más de 40 idiomas -- vitorearon llenos de emoción en el estadio.
También volvieron a ponerse en pie para ovacionar con entusiasmo a los obispos católicos de Estados Unidos por haber hecho posible el congreso de cinco días con sus sesiones de impacto, sesiones de trabajo, eventos especiales, noches de avivamiento con adoración eucarística y bendición y misas reverentes bellamente celebradas.
El evento reflejó la diversidad de una Iglesia unida en el mismo Señor Eucarístico y deseosa de utilizar sus dones para un nuevo Pentecostés en la Iglesia.
El primer día del congreso – que tuvo lugar del 17 al 21 de julio -- comenzó con un avivamiento vespertino cuando los 30 peregrinos perpetuos, que habían recorrido las cuatro rutas de la Peregrinación Eucarística Nacional, dieron sus últimos pasos oficiales de su viaje de ocho semanas hacia el estadio portando iconos de los respectivos santos patronos de cada ruta -- San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, San Junípero Serra, Santa Elizabeth Ann Seton y la Santísima Virgen María -- que fueron colocados alrededor del altar donde se colocó el Santísimo Sacramento.
"¿Cómo sabremos que estamos viviendo un avivamiento eucarístico?" preguntó el cardenal Christophe Pierre, nuncio papal en Estados Unidos, en su discurso inaugural del 17 de julio, animando a todos a entregar sus corazones al Señor durante los próximos días.
"Cuando estamos verdaderamente renovados por la Eucaristía", dijo, "entonces nuestro encuentro con la presencia real de Cristo en el sacramento nos abre a un encuentro con Él en el resto de nuestra vida" lo que "se derrama en nuestra vida cotidiana, una vida de relación con los demás, nuestra manera de ver a los demás".
Todos los días del congreso comenzaron con la participación de la mayoría de los asistentes en liturgias eucarísticas celebradas con gran belleza y reverencia en el estadio, incluida la Santa Qurbana del 20 de julio, la forma siro-malabar de la liturgia eucarística, rezada en inglés. También se celebraron misas matutinas y vespertinas en lugares cercanos en diferentes idiomas, como español o vietnamita, o en diferentes formas, como el rito bizantino o el uso más antiguo del rito romano.
Los tres días completos del congreso, del 18 al 20 de julio, se dividieron en siete sesiones de impacto por la mañana (una de las cuales se dio en español) y casi 20 sesiones de trabajo por la tarde sobre una variedad de temas destinados a formar, equipar e inspirar a las personas, incluido el clero, para vivir más profundamente su fe a la luz de Jesús haciéndose verdaderamente presente en la Eucaristía -- y cómo llevar a la práctica lo que han aprendido en sus parroquias, ministerios, grupos y familias.
Las salas de exposiciones del Centro de Convenciones de Indiana estuvieron abarrotadas durante todo el congreso, mientras se formaban largas colas para acceder a exposiciones como la Sábana Santa o los milagros eucarísticos. Las religiosas proporcionaban una especie de control de tráfico aéreo espiritual que guiaba a la gente hasta las largas colas para confesarse.
El centro de convenciones era también un lugar donde se podía ver y sentir la espontaneidad de la alegría. Los jóvenes desfilaban cantando su amor a Jesús, mientras que más adelante, un grupo de mujeres católicas, vestidas con trajes tradicionales de Camerún, cantaban y bailaban su amor a Jesús y a María para deleite de la gente que se congregaba a su alrededor.
Los asistentes tuvieron la oportunidad de asistir a actos fuera de las instalaciones, como la mesa redonda organizada por The Catholic Project el 19 de julio, en la que se analizaron los retos que supone para los católicos encontrar pareja.
Decenas de miles de católicos que asistieron a los avivamientos -- y también a las liturgias -- unieron sus voces con entusiasmo para cantar los hermosos himnos y cánticos, tanto tradicionales como contemporáneos, en inglés, español, latín y otras lenguas. El congreso contó con la musicalidad de Dave y Lauren Moore, Sarah Kroger y Matt Maher, así como con el talento del conjunto masculino Floriani y la Orquesta Sinfónica de Indianápolis.
"La reverencia fue simplemente impresionante, y eso es algo que me gustaría llevar de vuelta a nuestra parroquia", dijo a OSV News el diácono Robb Caputo, de la Diócesis de Peoria, Illinois.
Las sesiones nocturnas de avivamiento creaban una experiencia sensorial de asombro en torno al Señor Eucarístico, mientras decenas de miles de personas oraban en silenciosa contemplación ante la Eucaristía en el altar, iluminado en el oscuro estadio por focos. Adorar a Jesús en el estadio, concluyendo con la Bendición, fue el movimiento cumbre de cada noche.
Los oradores principales y los testimonios ayudaban a mantener los ojos de la gente fijos en el amor personal de Jesús por ellos y en su deseo de estar cerca de ellos.
Uno de esos avivamientos nocturnos, centrado en la sanación, indicaba que la creencia católica en la Eucaristía se trataba más del corazón que de la cabeza, y necesitaba que los católicos se arrepintieran de su indiferencia hacia Jesús.
"El conocimiento puede hacernos grandes, pero sólo el amor puede hacer a un santo", dijo el padre Mike Schmitz, sacerdote de la diócesis de Duluth, Minnesota, conocido por los podcasts "The Bible in a Year" y "The Catechism in a Year" que ocupan los primeros puestos de las listas de éxitos. La madre Olga del Sagrado Corazón, que sobrevivió a cuatro guerras en Oriente Medio, contó cómo en medio de su propio sufrimiento personal oyó a Jesús decir en su corazón: "Que incluso en la cruz y a través de la cruz, podemos seguir eligiendo amar".
Jonathan Roumie, el actor famoso por su interpretación de Jesús en la exitosa miniserie ("The Chosen") ("Los elegidos"), dijo al público en la última noche de avivamiento, el 20 de julio, tras leer el discurso de Jesús sobre el Pan de Vida, del Evangelio de San Juan: "La Eucaristía para mí es curación. La Eucaristía para mí es paz, la Eucaristía para mí es mi fundamento. La Eucaristía para mí es su corazón dentro de mí".
Los organizadores del Congreso también se esforzaron por ser inclusivos con las familias y las personas discapacitadas, en particular las que padecen trastornos sensoriales, para que también pudieran vivir el Congreso y participar plenamente en la experiencia.
Murielle y Dominic Blanchard, de Gallup, Nuevo México, se desplazaron al congreso con seis niños de 8 años o menos, entre ellos dos gemelos de 20 meses, y un bebé en camino. Dijeron que el atrio de la Catequesis del Buen Pastor fue clave para ellos, porque ofrecía formación a sus hijos mayores y espacio para que jugaran los gemelos.
Durante todo el congreso, la histórica y majestuosa iglesia católica de San Juan Evangelista, situada frente a la entrada principal del Centro de Convenciones de Indiana, cumplió su papel de centro espiritual. Un flujo constante de peregrinos entraba y salía de la iglesia principal durante las 24 horas de adoración a lo largo del congreso. Hubo momentos de silencio y otros orientados a las familias, en los que se invitó a los niños a acercarse a la Eucaristía, poner una flor en un jarrón cerca de la custodia y simplemente adorar mientras hermosas y sencillas melodías elevaban en oración a la abarrotada iglesia.
Más de 1.200 religiosos y religiosas, 1.170 sacerdotes, 630 diáconos, 610 seminaristas y 200 obispos participaron en el congreso, según los organizadores del mismo. En una rueda de prensa celebrada el 19 de julio, el arzobispo de Filadelfia, monseñor Nelson J. Pérez, dijo que en sus 35 años de sacerdocio nunca había visto nada parecido al congreso, como acontecimiento no papal.
"Se puede sentir la energía de lo que está ocurriendo aquí, que está tocando los corazones", dijo, añadiendo que la experiencia le estaba haciendo pensar en cómo responder a la necesidad de que los sacramentos de la Iglesia sean más accesibles.
El momento culminante llegó el 20 de julio, cuando decenas de miles de católicos siguieron a la carroza tirada por un camión y adornada con flores que transportaba al Santísimo Sacramento, acompañados por el obispo Cozzens y el arzobispo de Indianápolis, Charles C. Thompson. Caminaron 10 cuadras desde el centro de convenciones a través del centro de Indianápolis hasta la Indiana War Memorial Plaza para lo que el obispo Cozzens dijo "podría ser la procesión Eucarística más grande del país en décadas".
Nancy Leuhrmann, de Cincinnati, dijo a OSV News que la experiencia, que culminó con la adoración eucarística y la bendición en la plaza, fue "realmente maravillosa, ver a toda la gente tranquila, reverente y alegre".
Para la hermana Mary Grace, quien es parte de las Hermanas por la Vida que vinieron desde Nueva York, la procesión fue extremadamente hermosa. "Desde niños en cochecitos, familias reunidas, religiosas incontables y jóvenes liderando con gritos alegres, hasta ancianos y personas en silla de ruedas. Todos nosotros buscando y adorando a nuestro Dios que está vivo".
José Manuel Arias, quien es parte de la Diócesis de Nashville, Tennessee, dijo que varios católicos hispanos estuvieron haciendo alabanza durante la procesión, lo que contagió de energía a otras personas en el camino.
"Estábamos tratando de básicamente nada más alegrar y animar a la gente, porque sabíamos que el Señor iba a estar con nosotros", dijo. "Fue algo muy hermoso ver a tanta gente alabar al Señor, no importa de qué cultura eras, qué lenguaje hables. A veces tenemos ideologías un poquito diferentes, ¿verdad? … pero al final del día todos estábamos ahí por Él. Entonces fue muy hermoso ver un parque lleno -- más de 54.000 personas -- adorando al Señor".
En la Misa de envío del 21 de julio, el enviado especial del Papa Francisco al congreso, el cardenal Luis Antonio Tagle, pronunció una homilía con calidez, alegría y humor que hizo reír y sentirse inspirados a los participantes cuando les dijo: "Un pueblo eucarístico es un pueblo misionero y evangelizador".
"No debemos guardar a Jesús solo para nosotros", dijo, exhortándoles a no utilizar su tiempo en la iglesia para evadirse de los demás, sino para "compartir el tierno amor de Jesús" con "los cansados, los hambrientos y los que sufren... los perdidos, los confundidos y los débiles".
"Vayan y comparan el don de Jesús de reconciliación y paz a los que están divididos", dijo, y subrayó: "¡Proclamemos a Jesús con alegría y fervor para la vida del mundo!"
El obispo Cozzens reveló que habrá otra Peregrinación Eucarística Nacional en 2025 de Indianápolis a Los Ángeles, y posiblemente un Congreso Eucarístico Nacional antes de 2033.
Pero invitó a la gente a aprovechar esta experiencia del congreso y -- haciéndose eco de la llamada del cardenal Tagle a la "conversión misionera" eucarística -- unirse a la iniciativa del congreso "Camina con alguien".
"Comprométanse a caminar con una persona", exhortó. "Comprométanse a convertirse en un misionero eucarístico, alguien que viva profundamente una vida eucarística, y habiendo recibido ese don, permita ser dado como un regalo".