Search
-
November 30, 2023Por Cindy Wooden, Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Con una voz débil y áspera, el Papa Francisco comenzó su audiencia general semanal haciendo la señal de la cruz y explicando "todavía no estoy bien con esta gripe, y mi voz no está muy bien", por lo que tendría un ayudante para leer su catequesis y saludos.
La reunión, en el Aula de Audiencias Pablo VI del Vaticano el 29 de noviembre, se celebró la mañana después de que el Vaticano anunciara que el Papa Francisco había aceptado el consejo de sus médicos y cancelado sus planes de viajar a Dubai, Emiratos Árabes Unidos, del 1 al 3 de diciembre para unirse a los líderes mundiales en la COP28, la conferencia de la ONU sobre el clima.
Antes de la audiencia general, el Papa se reunió brevemente con los miembros del equipo de fútbol escocés Celtic F.C. Allí, también, se disculpó porque un ayudante tuvo que leer su texto preparado. "Con este frío", dijo, "no puedo hablar mucho, pero estoy mejor que ayer".
El discurso principal de la audiencia general del Papa, que forma parte de una serie de catequesis sobre la evangelización, fue leído por monseñor Filippo Ciampanelli, funcionario de la Secretaría de Estado.
Pero al final de la audiencia, el Papa volvió a tomar el micrófono para instar a la gente a rezar por la paz.
"Sigamos rezando por la grave situación en Israel y Palestina. Paz, por favor, paz", dijo el Papa. "Espero que continúe la tregua en curso en Gaza para que todos los rehenes (capturados por Hamás) sean liberados, y se permita el acceso necesario de la ayuda humanitaria" a Gaza.
El Papa Francisco, que habla regularmente por teléfono con los sacerdotes de la parroquia de la Sagrada Familia de la ciudad de Gaza, dijo a los asistentes a la audiencia: "He tenido noticias de la parroquia de allí. Falta el agua, falta pan. La gente sufre. La gente humilde. La gente del pueblo está sufriendo, no los que están haciendo la guerra. Pedimos la paz".
"Y hablando de paz, no olvidemos al querido pueblo ucraniano, que sigue sufriendo mucho a causa de la guerra", dijo. "Hermanos y hermanas, la guerra es siempre una derrota. Todos pierden. Bueno, no todos; hay un grupo que gana mucho: los fabricantes de armas. Ellos ganan bien con la muerte de otros".
El Papa Francisco también aprovechó la oportunidad para dar las gracias a un grupo de artistas circenses -- acróbatas, patinadores, payasos y malabaristas -- que habían entretenido al Papa y a la multitud durante unos minutos. Ellos entrenan duro y llevan alegría a la gente, dijo el Papa.
En su discurso principal, leído por monseñor Ciampanelli, el Papa Francisco se centró en cómo la salvación en Jesús es tan necesaria como siempre y que la gente de hoy necesita oír proclamar el Evangelio aunque la sociedad intente convencerles de que "Dios sea insignificante e inútil".
Repetir simplemente expresiones formulistas de fe no convencerá a nadie, dijo el Papa. Y tampoco lo harán los gritos.
"Una verdad no se vuelve más creíble porque se levante la voz al decirla, sino porque se testimonia con la vida", decía el texto del Papa.