ROMA (OSV News) -- Ante el aumento de los conflictos y las tensiones a nivel mundial, líderes religiosos católicos de todo el mundo --desde obispos greco-católicos de Ucrania hasta religiosas y una organización benéfica pontificia-- han convocado un día de oración y ayuno por la paz mundial el 14 de agosto, víspera de la fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María.
La Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), que representa a más de 1.900 congregaciones de religiosas, ha publicado una “Declaración por la paz” en la que insta a celebrar el día de oración y ayuno, afirmando lo siguiente: “En un mundo desgarrado por la guerra y la deshumanización --en Gaza, Sudán, Ucrania, Myanmar, Siria, Haití, República Democrática del Congo y en tantos otros países heridos por conflictos visibles e invisibles-- no podemos permanecer como espectadoras silenciosas”.
Este llamado fue secundado por la organización pontificia Aid to the Church in Need International y por los obispos de la Iglesia greco-católica ucraniana, sobre todo porque el día de oración y ayuno tiene lugar en vísperas de la reunión cara a cara entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en Alaska, como parte de lo que Trump ha denominado un esfuerzo por negociar un alto el fuego en la invasión a gran escala de Rusia en Ucrania.
A continuación la oración de UISG para esta jornada de oración:
María, Madre de la Paz, en este tiempo herido por la guerra, te encomendamos a los pueblos desgarrados por el odio, a las familias divididas, a los corazones rotos por la violencia. Tú que guardaste en silencio el dolor, enséñanos a velar, a no cerrar los ojos, a permanecer junto a quien sufre, a orar incluso cuando faltan las palabras.
Dona al mundo la paz, Señor Jesús, no la que se impone con la fuerza, sino la que nace de la justicia, del perdón, de la verdad, del amor. Haznos instrumentos de tu paz: manos que levantan, voces que consuelan, corazones que se abren. Te rogamos por las mujeres y los niños víctimas de los conflictos, por los migrantes en fuga, por quienes son prisioneros del miedo. Te rogamos por quienes han perdido la esperanza y por quienes siguen sembrando odio. Haz que nuestro ayuno sea solidaridad, que nuestra oración se convierta en acción, que nuestro silencio sea voz para los que no tienen voz.
María, Reina de la Paz, intercede por nosotros, para que en cada rincón de la tierra vuelva a brillar la luz del Evangelio.