CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Un abad benedictino y un cardenal capuchino ofrecerán meditaciones espirituales sobre las necesidades de la Iglesia católica a los cardenales que se preparan para elegir a un nuevo pontífice, según la oficina de prensa del Vaticano.
El padre benedictino Donato Ogliari, abad de San Pablo Extramuros en Roma, ofrecerá la primera meditación poco después del funeral del Papa Francisco el 26 de abril, dijo Matteo Bruni, director de la oficina de prensa del Vaticano.
El cardenal Raniero Cantalamessa, predicador jubilado de la casa pontificia, ofrecerá la segunda meditación en el interior de la Capilla Sixtina antes de que los miembros del cónclave comiencen a votar. Dado que el cardenal Cantalamessa tiene 90 años, no puede participar en la votación.
Las meditaciones deben centrarse “sobre los problemas de la Iglesia en aquel momento y la elección iluminada del nuevo Pontífice”, según la constitución apostólica “Universi Dominici Gregis”, que contiene las normas para dirigir la Iglesia entre la muerte o renuncia de un Papa y la elección de uno nuevo.
Los dos prelados fueron elegidos el 24 de abril durante la tercera “congregación general”, título con el que se conoce a las reuniones diarias de los cardenales antes de que comience el cónclave. Hasta el 24 de abril, los cardenales no habían decidido qué día comenzaría el cónclave.
Bruni dijo que 113 cardenales participaron en la reunión del 24 de abril. Los cardenales que llegaron a Roma después de la congregación general del 23 de abril prestaron juramento al comienzo de la reunión.
Los cardenales están obligados a prometer, comprometerse y jurar, como cuerpo e individualmente, observar exacta y fielmente todas las normas que rigen el periodo entre la muerte de un Papa y la elección de uno nuevo, y a guardar “total secreto de lo que allí se haga o diga de cualquier modo relativo, directa o indirectamente, a la elección del Sumo Pontífice”.
El Colegio Cardenalicio cuenta actualmente con 252 miembros. Los 117 cardenales que no pueden votar, principalmente por razones de edad, siguen invitados a participar en las congregaciones generales. Bruni dijo que no sabía cuántos de los 113 presentes el 24 de abril eran cardenales electores.
Y aunque muchos de los cardenales aún no habían llegado a Roma, los cardenales comenzaron sus debates sobre las necesidades de la Iglesia y del mundo, en los que intervinieron 34 cardenales, dijo Bruni.