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August 21, 2024Por Justin McLellan, Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- El gobierno nicaragüense arrestó a dos sacerdotes que luego fueron exiliados a Roma, poco después de que un grupo de siete sacerdotes fuera enviado a Roma a principios de mes.
Los sacerdotes, identificados por Vatican News como el padre Leonel Balmaceda, párroco y miembro del personal del seminario de la Diócesis de Estelí, y el padre Denis Martínez, vicario de la catedral de Matagalpa, fueron arrestados el 10 y 11 de agosto. Los dos sacerdotes fueron expulsados del país y enviados a Roma, informó Vatican News.
El padre Martínez pertenece a la Diócesis de Matagalpa, cuyo obispo titular, Mons. Rolando Álvarez, fue arrestado en agosto de 2022 y pasó más de 500 días detenido antes de ser exiliado a Roma en enero junto con el obispo de la Diócesis de Siuna, Isidoro Mora, y más de una docena de sacerdotes.
El Vaticano confirmó el 9 de agosto el exilio a Roma de siete sacerdotes de las diócesis de Matagalpa y Estelí detenidos a principios de agosto.
El gobierno nicaragüense también anunció el 19 de agosto en su periódico oficial su decisión de ilegalizar 1.500 organizaciones sin ánimo de lucro, muchas de ellas religiosas, bajo el pretexto de no haber presentado sus estados financieros. Entre las organizaciones clausuradas -- o destituidas de su personería jurídica -- figuran una oficina local de Cáritas y varias congregaciones religiosas católicas. Se espera que el gobierno nicaragüense confisque sus propiedades.
Según un informe de investigación citado por Vatican News, 245 religiosos y religiosas católicos se han visto obligados a exiliarse o han sido expulsados del país desde que comenzaron las protestas generalizadas en Nicaragua en 2018.
Varios sacerdotes y decenas de presos políticos fueron enviados a Estados Unidos en octubre de 2022 y febrero de 2023, mientras que otros grupos de sacerdotes fueron enviados a Roma en octubre de 2023 y enero de 2024.
Aunque aparentemente no están sometidos a ninguna restricción, los obispos y sacerdotes nicaragüenses en Roma han mantenido un perfil bajo.