Papa Francisco: Repeler a los migrantes es un 'pecado grave'

Por Justin McLellan, Catholic News Service

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Trabajar para alejar a los migrantes de la perspectiva de paz y seguridad en un nuevo país es "un pecado grave", dijo el Papa Francisco.

"Hay que decirlo claramente: hay quienes trabajan sistemáticamente por todos los medios para repeler a los migrantes -- para repeler a los migrantes. Y esto, cuando se hace con conciencia y con responsabilidad, es un pecado grave", dijo durante su audiencia general del 28 de agosto.

El Papa comenzó su audiencia en la Plaza de San Pedro explicando que pospondría la catequesis habitual--actualmente se encuentra en medio de una serie de charlas sobre el Espíritu Santo -- para hablar de "las personas que -- también en este momento -- están atravesando mares y desiertos para llegar a una tierra donde puedan vivir en paz y seguridad".

"Hermanos y hermanas, en una cosa podremos estar todos de acuerdo: en esos mares y desiertos mortíferos, los migrantes de hoy no deberían estar -- y están, desafortunadamente", dijo.

Pero no se puede disuadir a los migrantes de esas travesías mortales "con leyes más restrictivas, ni con la militarización de las fronteras, no es mediante rechazos como lo conseguiremos", dijo el Papa. "Por el contrario, lo conseguiremos ampliando las rutas de acceso seguras y las vías de acceso legales para los migrantes, facilitando el refugio a quienes huyen de la guerra, de la violencia, de la persecución y de tantas calamidades; lo conseguiremos fomentando por todos los medios una gobernanza mundial de la migración basada en la justicia, la fraternidad y la solidaridad".

Todos, añadió, deben unir sus fuerzas "para combatir el tráfico de seres humanos" y "detener a los traficantes criminales que se aprovechan sin piedad de la miseria ajena".

"Lo que mata a los migrantes es nuestra indiferencia y esa actitud de descartar", dijo, y, elogiando a los muchos "buenos samaritanos" y organizaciones que trabajan para apoyar a los migrantes, señaló que la gente común también debe involucrarse en aliviar la difícil situación de la migración.

"No podemos estar en primera línea, pero no estamos excluidos… hay muchas formas de contribuir, ante todo la oración", dijo el Papa, preguntando directamente a los visitantes de la plaza: "¿Rezas por los emigrantes? ¿Por los que vienen a nuestras tierras para salvar sus vidas?".

El Papa Francisco siguió su pregunta a la audiencia con una pausa.

El Papa mencionó específicamente a Mediterranea Saving Humans -- una ONG italiana que rescata a migrantes que cruzan el mar Mediterráneo -- como un grupo "en primera línea" de la crisis migratoria. El grupo publicó un mensaje en las redes sociales el 24 de agosto en el que decía que el Papa había bendecido a la tripulación de un barco que se disponía a zarpar en una misión de rescate en el Mediterráneo organizada con la oficina de migración de la conferencia episcopal italiana.

Según la Agencia de la ONU para los Refugiados, 4.110 personas murieron o desaparecieron mientras cruzaban el Mediterráneo en 2023.

Refiriéndose a las muertes de migrantes en el Mediterráneo, el Papa dijo que "la tragedia es que muchos, la mayoría de estos muertos, podrían haberse salvado".

Reflexionando sobre los mares y desiertos que muchos migrantes atraviesan para llegar a sus destinos, el Papa Francisco señaló el significado bíblico de esas zonas como "lugares de sufrimiento, de miedo, de desesperación, pero al mismo tiempo son lugares de paso hacia la liberación, hacia la redención, para alcanzar la libertad y el cumplimiento de las promesas de Dios".

Sin embargo, el mar Mediterráneo y los desiertos, llanuras, bosques y selvas que atraviesan los emigrantes en busca de una vida mejor se han convertido en "cementerios de migrantes", dijo el Papa. "A menudo, tampoco aquí se trata de muertes 'naturales'. No. A veces los llevan al desierto y los abandonan allí".

Pero, dijo el Papa Francisco, "para acompañar al pueblo en el camino de la libertad, Dios mismo atraviesa el mar y el desierto".

"Dios no permanece a distancia, no, comparte el drama de los emigrantes, Dios está con ellos, con los migrantes, sufre con ellos, con los migrantes", dijo. "Sufre con ellos, con los migrantes, llora y espera con ellos".